El C.A.S. comenzó a funcionar en 1975, gracias a unas conversaciones entre Francisco Pérez, un párroco local, y Gerardo López, un joven salense aficionado a los fósiles y a la historia. En ese primer momento, el grupo estaba formado por chicos de 13-16 años, que seguían el modelo de la experiencia televisiva denominada “Misión Rescate”, aunque sin existir un adulto que les dirigiera. Las actividades del grupo consistían en recorrer el entorno de los pueblos de la comarca, buscando yacimientos de fósiles y arqueológicos; de hecho, muchos de estos lugares no eran conocidos por los investigadores profesionales. Se fue formando así una colección arqueológica y paleontológica considerable, abarcando desde fósiles de la Era Secundaria o Mesozoico, hasta restos humanos medievales.
Con la entrada en vigor de la Ley Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico (1985), la actividad del grupo cambió de forma radical, eliminándose las prospecciones de campo, salvo en la búsqueda de yacimientos de huellas de dinosaurios. El enfoque de esta nueva etapa era el de ordenar, inventariar, y consolidar los materiales recogidos. La colección aumentó en alguna medida gracias a donaciones de habitantes de los pueblos de la zona. Mientras tanto se inician contactos con arqueólogos y paleontólogos lo que facilita la publicación de los primeros artículos científicos. Comienzan las exposiciones de parte de la colección recogida, y las charlas divulgativas que han sido una constante en toda la historia del C.A.S. Se participa enexposiciones burgalesas de geología y paleontología y se realizar vídeos divulgativos sobre dinosaurios y hallazgos arqueológicos de yacimientos locales.
En 2001 se abre por fin el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, después de la donación por parte del CAS de su amplia colección. Es un museo modesto en dimensiones y recursos expositivos. Este año 2009 alcanzará la cifra de 100.000 visitantes, con una media anual de 12.000; no es una cifra desdeñable si se considera que no hay campañas de promoción del mismo, está en el medio rural y sus recursos expositivos no son espectaculares. Actualmente es un museo reconocido por la Junta de Castilla y León, y tiene todos los espacios saturados: exposición, almacenes, taller de preparación de fósiles, despacho-sala de investigación. Desde el Museo se investiga y se hace una difusión didáctica, con documentos para estudiantes de distintos niveles, y talleres paleontológicos.
En 2002 comienzan las campañas del Inventario Paleontológico de la Sierra de la Demanda, promovido por la Junta de Castilla y León, que pretende conocer y registrar con la mayor exactitud posible la riqueza en yacimientos paleontológicos de esta comarca del sureste burgalés. El proyecto lo ejecuta Dinocyl S.C., una sociedad que se crea desde el CAS para obtener financiación en actividades de estudio, protección y documentación del patrimonio. También en 2002 se llevan a cabo las primeras excavaciones paleontológicas del CAS, en el yacimiento de Tenadas de los Vallejos II, en las que trabajan estudiantes de geología y biología de varias universidades españolas. Desde entonces todos los veranos y algunos otoños se han desarrollado excavaciones en varios yacimientos, con financiación del grupo, de la Junta de Castilla y León en ocasiones y de la Fundación Dinosaurios.
La Fundación para el estudio de los Dinosaurios de Castilla y León (que se pone en marcha en 2004) fue otra idea del CAS para conseguir recursos para el Museo y en general para la puesta en valor del patrimonio paleontológico de la comarca. El principal promotor es el ayuntamiento de Salas, y como patronos figuran, además del CAS y el ayuntamiento, las dos cajas de ahorros provinciales y la Diputación Provincial. Gracias a su programa de colaboraciones, se ha conseguido financiación para excavaciones, exposiciones, material de restauración del museo, etc. Uno de los mayores eventos promovidos por la Fundación Dinosaurios es la exposición El paso de los Titanes. Dinosaurios en Castilla y León, que se ha desarrollado en Burgos y en Valladolid con más de 25.000 visitantes; se pretende siga su itinerancia por las capitales de provincia castellanoleonesas.
En Salas hay más actividad en torno a los restos fósiles mesozoicos (y restos arqueológicos), pero si hay que preguntarse por el futuro, las respuestas son fundamentalmente dos: la posible declaración como Patrimonio de la Humanidad para las icnitas de dinosaurios, en cuya candidatura entra un yacimiento salense, y la demanda de un nuevo museo grande y con recursos suficientes, proyecto que la Junta de Castilla y León se ha comprometido a hacer en un plazo aproximado de tres años.
Lo cierto es que el CAS recorrió un largo camino en solitario durante muchos años, pero hoy en Salas de los Infantes forma parte de un pequeño mundo (Museo, Fundación, empresas) que tiene al patrimonio paleontológico como objeto de su actividad, pues “produce” turismo y ciencia.
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