CONSERVADOR DE PATRIMONIO


Desde su invención, la fotografía se convierte en un magnífico instrumento para reproducir la realidad. A su indudable interés documental se suma, desde muy pronto, la posibilidad de llevar a cabo una sistemática documentación de monumentos, obras artísticas o restos históricos. Fueron numerosos los particulares, las instituciones de carácter público o las sociedades científicas y culturales que vieron las extraordinarias posibilidades que ofrecía esta nueva tecnología.

El interés de Isidro Gil Gavilondo por el conocimiento y la defensa del patrimonio histórico-artístico burgalés, queda refrendado en muchas de las fotografías que forman parte de su legado, como también en sus trabajos historiográficos y numerosas ilustraciones realizadas para revistas y libros, que nos aproximan con su belleza y rigor a los principales monumentos burgaleses. Muchos de sus trabajos son una fuente indispensable para el estudio de los mismos, como sucede con el convento de San Pablo de Burgos, que dibujó en numerosas vistas durante su proceso de demolición.